Jean-Paul Schmitt
Sus padres, tenían una posada en esta colina con vistas a Scherwiller, agricultores versátiles que servían los productos de su granja, pescado, verduras, frutas y vinos … Al hacerse cargo de la granja, Jean Paul tomó la decisión de especializarse en viticultura, pero pudo mantener este sentido de bienvenida, lugar y hermosos productos.
Jean Paul habrá heredado una situación única, una parcela apretada, concentrada alrededor de la finca; en un terruño único pero todo en matices.
Atento a todo, el sensible Jean Paul conoce cada detalle del Rittersberg, cada finura de sus parcelas y el bosque y arboledas que lo rodean. Este conocimiento se extiende incluso a los rincones de hongos que sabe cómo deleitarse con sus amigos. Jean Paul está llegando al final de su carrera y el colectivo Pirouette se beneficiará de uno de sus vinos de pasión y paciencia del que tiene el secreto. Meticuloso, atento, lo conocemos en constante progreso, en busca de la perfección, como una búsqueda de un fragmento de granito, transparente como un diamante.